Comunicado oficial
A raíz de lo sucedido en los últimos días en Chile, consideramos importante señalar que:
1) A partir del trabajo con más de 150 comunidades de campamentos y barrios segregados en Chile hemos visto cómo se ha ido desarrollando una catástrofe urbana. Los campamentos prácticamente se han duplicado en la última década, cientos de miles de familias viven en hacinamiento y millones de personas viven en sectores segregados en el abandono de instituciones públicas y privadas; a quienes se les ha negado el derecho de vivir en la ciudad.
2) Son muchas las personas que sienten cansancio de vivir en la angustia de las deudas; en el miedo de vivir o caer en la pobreza; en un entorno de desprotección; sin las posibilidades para enfrentar sus problemas o alcanzar sus sueños; con un sentimiento de abuso, abandono y desesperanza. Miles de familias que sienten no recibir los beneficios de un país que se construye a costa de ellos. El trasfondo del malestar ciudadano de la última semana es la desigualdad profunda y estructural de nuestra sociedad, la cual debemos atender con urgencia.
3) Entender este trasfondo y sentimiento de injusticia de muchos no significa justificar actos de violencia y destrucción, ya que destruir instituciones e infraestructura pública precisamente no busca promover una sociedad más inclusiva. Como sociedad civil tenemos el deber de promover que todos los actores conversen y comprendan los problemas reales que afectan a nuestro país. Por eso, ante esta crisis profunda de desigualdad e institucionalidad, ese diálogo se necesita ahora más que nunca para que se ejecuten las reformas estructurales que pide la ciudadanía.
4) Queremos recalcar que es deber de nuestra sociedad construir ciudades y territorios que garanticen el derecho a vivir en una vivienda y barrio digno, en donde se aprovechen los beneficios y oportunidades de estar en comunidad, en donde se viva y conviva en paz. Ciudades cuyos servicios públicos y privados sean distribuidos equitativamente, donde la educación, el comercio o los parques sean espacios de cohesión y no de segregación. Para esto, es esencial que todos participen de esa construcción. Debemos reconstruir las confianzas y enfrentar la desigualdad de manera directa, ya que sólo así podemos hacer de nuestro país un barrio donde se conviva en comunidad, que se cuide y perciba como parte de un proyecto conjunto.
5) Finalmente, reiteramos el llamado al entendimiento y diálogo entre las autoridades de nuestro país y la ciudadanía para poder resolver los problemas reales que afectan a las miles de familias de Chile. Como TECHO-Chile nos ponemos a disposición activamente para construir ese diálogo con las comunidades y actores con los que trabajamos.
Por una ciudad justa para todos y todas.
TECHO-Chile.
