- Al comparar la nueva cifra con el Catastro Nacional de Campamentos 2020-2021, se detecta el crecimiento en un 39,5% en el número de familias que viven en asentamientos informales. En el período anterior, se contabilizaron 81.643.
- El estudio también develó que existen 1.290 campamentos distribuidos en todo el país, un 33,1% más que los 969 contabilizados en la anterior medición de la organización.
Este martes se presentó el Catastro Nacional de Campamentos 2022-2023 de la organización TECHO-Chile, el que dio a conocer la fotografía más actualizada sobre estos asentamientos en nuestro país con datos levantados hasta febrero 2023, revelando una nueva alza de familias viviendo en campamentos, llegando a 113.887 hogares: un 39,5% más que en el periodo anterior (2020-2021).
En una ceremonia que contó con la presencia del ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson y la subsecretaria de Vivienda y Urbanismo, Tatiana Rojas, se realizó la presentación del estudio, el que también evidenció que existen 1.290 campamentos distribuidos en todo el país, un 33,1% más que en 2020-2021.
De acuerdo a la medición, de la totalidad de campamentos del país, un 45,7% se formó entre el 2010 al 2020 y un 14,6% entre el 2020 y la actualidad. Adicionalmente, el estudio pone en evidencia que los campamentos actualmente son más grandes, llegando a un promedio de 88,3 hogares en cada uno. La zona norte del país concentra los campamentos más grandes y en el centro sur los más pequeños, en función del número de hogares.
El catastro detectó que actualmente existen 39.567 familias inmigrantes viviendo en campamentos, lo que corresponde a un 34,7% del total de hogares en estos asentamientos e implica un aumento neto de 14.603 hogares desde el catastro 2020-2021. A pesar de su relevancia a nivel nacional, al consultar la trayectoria habitacional de las familias, se constata que sólo en un 6,2% de los campamentos la mayoría de las familias provienen directamente desde otro país previo a su llegada al campamento.
Sobre el acceso a servicios básicos, un 5,9% de los campamentos acceden al agua potable de manera formal (con medidor propio). Sobre las maneras más comunes de hacerlo, un 44% de los campamentos logran agua potable mediante “pinchazos” a la red pública y un 30,5% a través de un camión aljibe, siendo más común este medio en el norte del país. Respecto a la electricidad, un 17,2% de los campamentos cuenta, en la mayoría de las viviendas, con medidor propio. Un 63,1% de los campamentos se encuentran “colgados” a la red pública, siendo la manera más común de acceder a este servicio. Respecto al servicio sanitario, un 40% de los campamentos tiene solución “formal”, lo que en este caso incluye la conexión a la red pública de manera formal (alcantarillado en un 5,7%) y conexión mediante fosa séptica (34,3%). De manera informal, un 32,9% de los casos accede a este servicio mediante letrina sobre pozo negro.
En cuanto a los motivos por los cuales las familias llegaron a los campamentos, el Catastro Nacional de Campamentos de TECHO Chile muestra que en sobre el 70% de los campamentos, más de la mitad de las familias se vieron afectadas por el alto costo de los arriendos (74,8%), la necesidad de independencia (73,6%) y los bajos ingresos (72,5%).
Respecto al aumento de familias, en términos porcentuales, la región de Aysén seguida por la de Arica y Parinacota, son las que presentan la variación más considerable, con 353,8% y 301,8%, respectivamente. En tanto, la región de Valparaíso es donde más aumento la cantidad de familias (más de 7 mil), seguido por Antofagasta, Atacama, Tarapacá, Arica y Parinacota, y Biobío.
Desde el 2001, TECHO-Chile realiza catastros de campamentos a nivel nacional de manera bianual. En esta ocasión, la recolección de datos se realizó entre julio del 2022 y febrero del 2023.
Pía Palacios, directora del Centro de Estudios de TECHO-Chile, destacó que “el Catastro 2022-2023 es una herramienta esencial para conocer la magnitud y dinámicas de los campamentos en el país. Los resultados presentados representan un desafío grande para las políticas públicas en materia habitacional y urbana. El aumento de los hogares en campamentos es una forma más de la exclusión habitacional que se vive en el país dado el aumento de costo de la vivienda”.
Asimismo, Héctor Guarda Sj, Capellán de la organización indicó que “es urgente la implementación de una política pública permanente que aborde no solo la escasez de viviendas, sino también las causas económicas, políticas y sociales que han provocado el explosivo aumento de hogares viviendo en situación de exclusión socio-habitacional, y en este caso particular, en los campamentos. Ese debe ser un compromiso de largo plazo, un compromiso de Estado, independiente del gobierno de turno”.
El ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson, afirmó que “el desafío que se nos plantea, no sólo como Gobierno, sino como Estado, como sistema político institucional en conjunto y también con las organizaciones de la sociedad civil y las mismas empresas que luego construyen; es ponernos a trabajar en la ejecución de programas que puedan aliviar la situación de estas familias”.
La subsecretaria de Vivienda y Urbanismo, Tatiana Rojas explicó que «estamos trabajando en el Plan de Emergencia Habitacional que nos encargó el Presidente Gabriel Boric, privilegiando la radicación de las familias que habitan en terrenos donde podemos construir ahí mismo. Es decir, vamos a reconocer también la historia y la voluntad de las familias de poder quedarse ahí, y el resto lo vamos a atender reubicándolos en terreno seguro, en proyectos habitacionales seguros. Nosotros no podemos construir en terrenos que revistan riesgos para las familias».