- Especialistas ponen el foco en resolver o, al menos, contener la extensión de graves problemas que enfrenta Chile en materia de salud, enseñanza, vivienda, delincuencia y ventas informales.
¿Se logrará disminuir el déficit habitacional?
La falta de viviendas es uno de los desafíos pendientes, considerando que, lejos de disminuir, ha crecido al punto que los últimos estudios estiman en más de 650 mil el déficit a nivel nacional, con un 17% de esas familias viviendo en campamentos.
Cristián Monckeberg, decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la U. del Alba: “Se requerirá mucha gestión para que el próximo gobierno disminuya el déficit”
El exministro de Vivienda plantea que a noviembre iban entregadas 163 mil inmuebles, por lo que «para cumplir, deberían existir hoy más de 75 mil viviendas en ejecución con al menos un 25% de avance físico, y eso no está. Es probable que falten 20 mil al final del Gobierno”.
Añade que “el problema no es solo no cumplirla meta: es más grave el déficit que quedará al final del Gobierno, es altísimo, sobre 500 mil. Ahí está el desafío para la próxima administración: cómo disminuir en forma urgente la falta de viviendas, un déficit altísimo para las familias”.
En ese sentido, plantea que «si hay algo que este Gobierno logró es que la vivienda sea una prioridad política y social, pero la realidad es y se requerirá mucha gestión para más dura, que el próximo gobierno disminuya el déficit”.
Benjamín Donoso, capellán de TECHO-Chile: “Aumentar el ritmo de construcción de viviendas y focalizar los esfuerzos en grupos que han crecido de manera exponencial, como son los campamentos»
“En 2024, Chile no fue capaz de abordar de manera efectiva la crisis habitacional. Los datos son claros: desde 2010 a 2023, el número de familias viviendo en campamentos aumentó en más de 400%, pasando de 20 mil a 113 mil. Es evidente que las estrategias adoptadas en los últimos años no dan el ancho en un abordaje suficiente a esta problemática», afirma Benjamín Donoso SJ, capellán de TECHO-Chile.
Para enfrentar esta situación, Donoso apunta que en 2025 «es fundamental no solo aumentar el ritmo de construcción de viviendas, sino también focalizar los esfuerzos en aquellos grupos que han crecido de manera exponencial y que representan el rostro más crudo de la emergencia habitacional, como los hogares en campamentos”.
Dice que «sin una estrategia más decidida en la asignación de recursos para medidas específicas para estos hogares, la magnitud del problema no disminuirá, dificultando aún más la capacidad del Estado para dar una solución a la crisis habitacional actual hacia el futuro”.
Y puntualiza que es «urgente diversificar las modalidades de soluciones habitacionales con un esfuerzo mancomunado entre el Estado, la sociedad civil y el mundo privado, incluyendo estrategias transitorias que permitan avanzar hacia el acceso a viviendas adecuadas en menores tiempos para todas las familias según sus realidades”.
Extracto de reportaje de El Mercurio 01/01/2025.
